Sury Beltrán
20 de Marzo, 1988 - Restrepo Meta.
Soy una mujer extraordinariamente
bendecida y netamente creyente, glorifico y alabo a nuestro creador por el don
de la vida y a su Santísima madre por su intersección, convencida de que
el más grande deber que tengo en la vida es el de ser FELIZ. Con ese ideal me
formaron mis padres no biológicos, quienes por gracia de Dios tomaron mi vida
en sus manos y año tras año fueron construyendo la mujer que hoy en día
soy.
Soy inquieta, versátil, me apasiona la
danza, sin ella mi vida no sonríe, cuando bailo me olvido de mi misma, del
mundo y todo lo que lo define, me ayuda a superar cada tropezón que me doy con
las más duras y rusticas piedras que me
pone la vida cotidiana, siempre en compañía de mi madre quien decidió ser también
mi maestra, con ella he vivido mis mejores experiencias y me ha dado grandes
aprendizajes para toda mi vida, me enseñó que cada piedra me choca con el
propósito de hacerme tan fuerte como lo he necesitado, también que un libro
sonríe cuando lo abro y al cerrarlo espera con ansias ser visitado nuevamente y
talvez aquellas piedras eran parecidas a las que me tropezaba cuando niña por
las calles del centro con ella de la mano, leyendo cuanto aviso veía,
éste y las ventanas de los colectivos fueron escenarios donde sin costo alguno,
repasaba colores, números. cantidades y por supuesto aprendí a deletrear los
anuncios de todos los negocios que veíamos,
al ver que ya leía, a los 4 años puso en mis manos un cuento tan grande
que superaba mi estatura, cuyo contenido guardaba alrededor de 12 cuentos, en
mi memoria reposan: pinocho, la bella durmiente, el hada y el poso, cenicienta,
entre otros, regalo del que aun me quedan algunas hojas que
conservo con amor, pues ha sido el más grande que he recibido, que solo con
ayuda de mi cama lo pude disfrutar.
Al cumplir los 5 años pise la puerta de la
que sería mi escuela de preescolar y desde allí me absorbieron los cuadernos y útiles
escolares, textos cada vez más complejos y como siempre piedras cada día más ásperas
y duras eran las que tenía que superar.
Con el tiempo me fui dejando absorber por
los mágicos renglones y hermoso concejos de autores como Walter Riso, Carlos
Cuauhtémoc Sánchez y descubrí que me apasiona la lectura de superación
personal, que en sus inicios me sirvió para salir de grandes episodios y hoy en
día me permite llegarles con mensajes de aliento a aquellas personas que lo necesitan.
Esta es la experiencia que guardo en mi
memoria del más importante aprendizaje en la vida humana que es el amor por las
letras y sus asombrosos mensajes y enseñanzas que le suele dejar a su lector.
El día que pude tomar las riendas de mi
vida decidí aprovechar cada segundo que el Señor me da para hacer todo aquello
que me gusta, es por eso que trabajo, estudio, bailo como si al siguiente día
no pudiera hacerlo y aún me sumerjo entre puntos y comas de la literatura que
me ha permitido recobrar confianza en mí misma como ejemplo para los demás.
estudiante: Licenciatura en Pedagogía Infantil
VIII Semestre
Cod: 191103346
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